La tarima flotante es el pavimento más utilizado en la actualidad.
Una instalación relativamente fácil y un resultado espectacular hacen de este tipo de suelo la opción preferida. Pero, ¿es el suelo que necesitas? Te detallamos sus ventajas, consejos y trucos para que dure más.
¿Qué es la tarima flotante?
Muchas son las personas que se plantean poder colocar tarima flotante en el suelo de casa, o de algunas estancias determinadas como los dormitorios, animados por la idea de que este es el pavimento de moda, pero lo cierto es que no podemos decir que sea nuevo si tenemos en cuenta que los primeros modelos de
tarima flotante datan de la década de los 80.
Para que podamos saber qué es exactamente la tarifa flotante, podemos decir que consiste en un sistema de pavimento el cuál descansa sobre una base de foam que se coloca entre el suelo y las láminas que forman la tarima en sí. De este modo, la sensación de pisar tarima flotante es mucho más suave y liviana que el propio
suelo o que el parqué de toda la vida.
Además a diferencia de este, la tarima flotante se pega entre sí, a través de láminas o tablas, descansando sobre esa base que hemos mencionado mientras que el parqué sí que requiere de una instalación más elaborada, teniendo que encolar y en ocasiones clavar el pavimento al suelo.
Y no solo eso, sino que para colocar la tarima flotante no tenemos que hacer obra alguna, tan solo asegurarnos que la superficie sobre la cuál va a ir colocada está toda lisa. También a diferencia del parqué pisar tarima flotante apenas hace ruido ya que reduce bastante el impacto tanto de nuestras pisadas como de
cualquier cosa que caiga encima.
Por último, la tarima flotante, a diferencia de lo que podamos creer no se mueve una vez se ha
colocado. ¿Porqué, ahora lo descubrimos?.
¿Por qué la tarima flotante no se mueve?
Una tarima flotante se mantiene en su lugar debido a cuatro factores:
Carpintería: las tablas o láminas de la tarima flotante suelen ir ajustadas mediante presión o pegamento.
Fricción: debajo del piso hay un contrapiso. Los movimientos laterales se controlan por fricción entre tablas y contrapiso.
Peso puro: a pesar de que el tablón individual no es muy pesado, colectivamente pueden pesar varios cientos de kilos en una habitación.
Confinamiento: el suelo de madera está cerrado por tres o cuatro lados por paredes. Se requieren espacios de expansión, pero los muros ayudan a confinar el suelo.
Tipos de Tarima Flotante
Si estás pensando en instalar tarima flotante en casa, debes saber además que existen de varios tipos. Son los siguientes:
Suelos laminados: el mejor ejemplo de tarima flotante es el suelo laminado. Casi ningún suelo laminado está pegado al sustrato. Casi todos los laminados se instalan de forma flotante. Esto permite que el piso responda a los cambios en la humedad relativa de una habitación al expandirse y contraerse.
Suelos de vinilo: El suelo de vinilo se junta, placa a placa. Se trata de un suelo de vinilo, también conocido como PVC, por lo que se trata de un suelo de plástico. También se puede pegar al subsuelo. Diminutas lenguas y surcos diseñados en las tablas permiten unirlas. Este tipo de suelo está valorado por su resistencia al agua, su flexibilidad y que es fácil de limpiar.
Parqué multicapa: se trata de un suelo creado de forma industrial que está hecho de madera y terminado con distintos acabados, pues puede ser utilizado el barniz, aceites, cera…
Este tipo de suelo se coloca con grapas hasta un sustrato de madera contrachapada.
Tarima sintética: parecido al anterior aunque elaborado de material sintético. Una de las ventajas que aporta este tipo de tarima es que puede ser utilizada tanto para el interior como el exterior del hogar, por lo que es una opción idónea para las terrazas y jardines.
Ventajas de la tarima flotante
Ya hemos mencionado al explicar en qué consiste la tarima flotante algunas ventajas de este tipo de pavimento, como su fácil instalación, su resultado y que no hace ruido cuando la pisas, pero además queremos mencionaros otras como:
La tarima flotante suelo flotante se puede usar en un sustrato que no esté completamente nivelado. Si ya sé, hemos dicho que la superficie sobre la que colocar la tarima flotante debe ser lisa, pero no hace falta que el suelo esté nivelado, ya que primero y antes de las láminas va esa base sobre la que en realidad descansa el suelo, de modo que podemos colocarlo incluso en suelos con desnivel o dos niveles.
Otra de las ventajas de colocar suelo o tarima flotante es que es menos costoso que el parqué o evidentemente los azulejos.
Además lo puedes instalar sin problema alguna sobre un subsuelo de hormigón, Este método de instalación permite además que el suelo se mueva y se expanda en respuesta a los cambios en la condición del aire de la habitación (temperatura y humedad), es decir que una vez colocada la tarima flotante, esta se puede llegar a expandir o no en función de si por ejemplo estamos en invierno o en verano. De hecho muchas personas que ya tienen tarima flotante en casa, notan que por ejemplo en invierno el suelo está más suave o se camina sobre este y parece que resbalas algo más que en verano, que aunque el ruido es mínimo sí que notamos como “cruje” un poco más.
Por último, si apostamos por la tarima flotante, no hay necesidad de herramientas especializadas así que su la instalación nos ayuda también a ahorrar en costos de instalación.
Consejos y trucos para que dure más la tarima instalada
Por último queremos acabar mencionando algunos trucos con los que vais a conseguir que vuestra tarima flotante dure más tiempo:
Lo más básico será decir que para pisar la tarima flotante será bueno tener un calzado apropiado o específico para ello. Es decir, nada de pisar con los zapatos de la calle, ya que estos traen suciedad y peor todavía, podemos pisar alguna piedra pequeña, llevarla a casa y acabar rallando toda la tarima.
¡Mucho cuidado! Si te acabas acostumbrando a cambiarte de zapatos nada más entrar, verás que el hábito hace que sea totalmente sencillo.
Además nunca pises tampoco con los pies descalzos o con unos calcetines usados porque evidentemente puedes dejar pisadas o huellas de sudor que con el tiempo se acaban
viendo.
Evita los productos químicos o abrasivos para limpiar el suelo, ya que puede dañar el suelo y hacer que se pierda el color.
Cuando vayas a utilizar la escoba o a aspirar el suelo presta atención a que no arrastres nada punzante que pueda ir dejando la marca sobre el mismo. A su vez, escoge algún modo de la boca de la aspiradora que proteja, sobre todo es ideal utilizar aquellos que tienen cepillo.
A la hora de limpiar la tarima flotante es mejor que lo hagas solo con agua (o algún producto específico, te recomendamos que es el mejor actualmente), como puede ser la combinación de agua y vinagre para que pueda limpiar, desinfectar y aportar un poco de brillo al suelo. Siempre utiliza una fregona bien escurrida para que no se extiendas una humedad excesiva.